Los 7 errores más comunes al comparar tarifas de energía

Error común al comparar tarifas de energía nº 1: fijarse solo en el kWh

Este es, quizás, uno de los errores al comparar tarifas de energía más extendidos. Nos fijamos casi exclusivamente en cuánto cuesta el kilovatio hora (kWh), la energía que consumimos. Es lógico querer pagar menos por ella, pero centrarse solo en eso es un fallo. Es como elegir un coche mirando únicamente la velocidad punta, olvidando el consumo, el seguro o el mantenimiento.

Error al comparar: caer en la trampa de ofertas temporales

Muchas compañías lanzan ofertas espectaculares con precios por kWh bajísimos… pero solo durante un tiempo limitado (los primeros meses, por ejemplo). Suena genial al principio, pero ¿qué ocurre después?

Habitualmente, el precio sube de forma considerable una vez termina la promoción. No leer bien esta condición es un error al comparar tarifas de energía que puede llevar a sorpresas desagradables en la factura.

Consejo práctico: fíjate siempre en cuánto dura exactamente la promoción y cuál será el precio real después. Calcula si la oferta te compensa considerando el coste total durante, al menos, un año.

Error al comparar tarifas: olvidar el coste de la potencia

Otro componente clave que a menudo pasamos por alto al comparar es el término de potencia (medido en kilovatios, kW). Este es un coste fijo que pagas en cada factura, consumas más o menos energía. Una tarifa puede tener un precio por kWh muy atractivo, pero esconder un coste por potencia más alto que otras alternativas. Ignorar esto es otro error común al comparar tarifas.

Piensa en esto: si tienes una potencia contratada elevada, un término de potencia caro puede inflar tu factura significativamente, aunque controles mucho tu consumo de kWh. ¡Hay que mirar y sumar ambos costes!

Error común al comparar tarifas de energía nº 2: ignorar la letra pequeña

Aquí es donde muchos caemos. Las condiciones contractuales pueden parecer densas y aburridas, pero saltárselas es uno de los errores al comparar tarifas de energía que más caro puede salir.

No verificar la permanencia

¿La tarifa que te gusta tiene compromiso de permanencia? Esto significa que te obligas a estar con esa compañía un tiempo mínimo (normalmente 12 meses). Si te marchas antes, te aplicarán una penalización económica. No verificar esto es un error al comparar tarifas que te resta flexibilidad.

Importante: Una tarifa sin permanencia te da libertad para cambiar si surge una oferta mejor. Una con permanencia puede ofrecer un precio inicial más bajo, pero te ata. Valora qué pesa más para ti: ¿la flexibilidad o un posible descuento inicial a cambio de compromiso?

Pagar por extras innecesarios

Es frecuente que las ofertas más llamativas incluyan “packs” con servicios de mantenimiento (caldera, electrodomésticos), seguros o asistentes energéticos. Pueden parecer útiles, pero ¿los necesitas de verdad? ¿Tienes ya coberturas similares con tu seguro de hogar?

Estos servicios suman un coste fijo mensual a tu factura. Aceptar una tarifa con extras que no necesitas, solo por un precio de kWh bajo, es otro error al comparar tarifas de energía.

Pregúntate: ¿voy a utilizar realmente este servicio? ¿Me compensa su coste? A veces, es mejor optar por una tarifa un pelín más cara en el kWh pero sin añadidos innecesarios.

Desconocer cómo actualizarán tu precio

Entender cómo puede variar el precio es crucial para evitar sorpresas, sobre todo en tarifas que no son 100% fijas. No informarse bien sobre esto es un error básico al comparar tarifas.

Tarifas indexadas: el precio del kWh cambia constantemente (cada hora o mes), ligado al mercado mayorista. Pueden ser muy baratas, pero también subir mucho si el mercado se dispara.

Tarifas fijas: el precio del kWh (y a veces el de la potencia) se mantiene estable durante un periodo (normalmente 12 meses). Dan tranquilidad, pero suelen ser algo más caras que el precio de mercado en momentos de baja.

Revisiones anuales: incluso en tarifas fijas, revisa si el contrato permite a la compañía actualizar precios anualmente (por IPC u otros índices).

La clave: comprende bien qué tipo de tarifa es (fija, indexada, mixta) y bajo qué condiciones pueden variar los precios para evitar un error costoso al comparar.

Error común al comparar tarifas de energía nº 3: no conocer tu consumo

Este es uno de los errores al comparar tarifas de energía más fundamentales. Decidir sin saber cómo y cuándo consumes es como ir de compras sin saber tu talla: es muy probable que no aciertes.

Elegir mal el tipo de tarifa (fija, indexada…)

¿Tu mayor consumo es nocturno o de fin de semana? Una tarifa con discriminación horaria (precios más bajos en horas valle) podría ser ideal.

¿Prefieres simplicidad y pagar siempre lo mismo por kWh? Una tarifa fija te da esa previsibilidad.

¿Estás dispuesto a adaptar tu consumo y asumir variaciones para intentar ahorrar? Una tarifa indexada podría ser para ti, pero requiere más atención.

¿Cómo saberlo? Revisa tus últimas facturas; muchas detallan el consumo por franjas horarias. ¡Esa información es clave! No analizarla es un error al comparar. Si necesitas ayuda para entender qué te conviene más, te puede interesar leer sobre cómo elegir la comparativa de tarifas energéticas más adecuada para ti.

No ajustar bien la potencia contratada

Volvemos a la potencia. ¿Tienes la potencia adecuada para tu hogar?

Demasiada potencia: Pagas de más en el término fijo cada mes. Un error común al comparar tarifas es no revisar si se puede optimizar.

Poca potencia: Te “saltan los plomos” (el ICP) constantemente.

Acción: Si el ICP no salta nunca, quizás puedas bajar la potencia y ahorrar. Si salta a menudo, puede que necesites subirla (asumiendo un mayor coste fijo). Ajustarla bien es evitar un error innecesario.

Error común al comparar tarifas de energía nº 4: usar mal los comparadores

Los comparadores online son herramientas muy útiles, ¡sin duda! Pero como toda herramienta, hay que saber usarla para no cometer errores al comparar tarifas de energía.

No evaluar la fiabilidad del comparador

Algunos comparadores pueden no incluir todas las ofertas del mercado o tener acuerdos que hagan destacar ciertas tarifas.

Fíjate en:

• ¿Cuántas compañías incluye?
• ¿Declara ser independiente?
• ¿La información parece actualizada?
• ¿Permite personalizar la búsqueda con tus datos de consumo? (¡Muy recomendable!)

No verificar la oferta con la compañía

El comparador es una guía, pero la información definitiva y contractual está siempre en la web de la compañía eléctrica o de gas. Uno de los errores al comparar tarifas de energía es contratar basándote solo en el comparador. Siempre, antes de firmar, revisa la Ficha de Condiciones en la web oficial de la empresa. Asegúrate de que todo (precio, duración, permanencia, extras, condiciones de revisión) coincide.

Error común al comparar tarifas de energía nº 5: Ignorar opiniones de otros

Leer experiencias de otros clientes puede darte pistas sobre la atención al cliente, la claridad de las facturas o si la compañía cumple lo prometido. Ignorar esta información puede ser un error al comparar tarifas.

Pero con cautela: no te fíes de una única opinión. Busca patrones recurrentes (positivos o negativos) en distintas fuentes. Recuerda que la gente suele comentar más cuando está insatisfecha.

Error común al comparar tarifas de energía nº 6: olvidar la energía verde

Para muchos, no solo cuenta el precio. Si prefieres que tu electricidad sea 100% renovable, asegúrate de que la tarifa lo certifica oficialmente. No verificarlo si es importante para ti, es otro posible error al comparar.

Importante: la energía verde no tiene por qué ser más cara. ¡Compara también estas opciones! Si este tema te preocupa, infórmate sobre el impacto ambiental de las tarifas energéticas.

Error común al comparar tarifas de energía nº 7: no revisar periódicamente

¡El error final al comparar tarifas de energía es la inercia! Contratas una buena oferta y te olvidas… pero el mercado cambia, tu promoción termina, o surgen opciones mejores.

Recomendación: al menos una vez al año, revisa tu tarifa actual y compara con las ofertas del momento. No hacerlo es perder oportunidades de ahorro.